700 DÍAS DE INFAMIA

Setecientos días. Ese es el tiempo que ha pasado desde la madrugada del 7 de octubre de 2023, cuando el terrorismo palestino desató la masacre más cruel contra el pueblo judío desde la Shoá. Setecientos días en los que el mundo ha asistido, una vez más, al mismo espectáculo: la sangre judía derramada como un hecho menor, el dolor judío relativizado, el derecho judío a vivir en paz puesto en duda.

Hoy, a casi dos años de aquel ataque, todavía hay 48 seres humanos que siguen secuestrados en Gaza, en las entrañas de un túnel o en una habitación oscura, en manos de los terroristas de Hamás. Vivos o muertos, no lo sabemos. Pero lo que sí sabemos es que no son un “detalle” de la guerra, ni un pie de página en los informes internacionales: son la prueba viva de la crueldad de quienes los mantienen cautivos y la vergüenza de quienes callan.

Setecientos días en los que el mundo ha protestado por Gaza, ha marchado por Gaza, ha llorado por Gaza. Pero ni una sola de esas marchas, ni uno solo de esos comunicados, ni uno solo de esos discursos se dedicó a reclamar la liberación de los secuestrados. Esa omisión es tan elocuente como inaceptable. Porque muestra que, en realidad, a buena parte de la opinión pública global no le interesa la paz, ni la libertad, ni los derechos humanos: le interesa condenar a Israel, aún tras sufrir la peor de las masacres.

Israel, por su parte, carga con el peso de una necesaria y formidable misión: derrotar al terrorismo y, al mismo tiempo, traer de regreso a sus hijos. Es una tarea que desgarra, que tensiona, que divide. Pero es también lo que hace de Israel un país único: nunca ha aceptado que un solo judío pueda ser olvidado, abandonado o dado por perdido.

Hoy, al cumplirse 700 días, el reclamo debe sonar más fuerte que nunca: traigan a los secuestrados de vuelta a casa. La indiferencia internacional no puede ser excusa. La presión terrorista no puede ser chantaje. El silencio cómplice no puede ser destino.

Setecientos días son demasiados. Y cada día que pasa es un recordatorio de que la lucha de Israel no es solo por su seguridad, sino por la dignidad humana más elemental: la de no permitir que el terrorismo convierta la vida de inocentes en moneda de cambio.

1 comentario en “700 DÍAS DE INFAMIA”

  1. La maldad y la injusticia reinan en este mundo, tarde será cuando los corderos que gritan Palestina Libre! se den cuenta que en realidad son usados por los que quieren desaparecer a Israel y todo aquel que no se convierta en musulmán. Y los primeros en caer serán las mujeres, las niñas y toda la comunidad Lgtbq.

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