LA POLITICA SE HABLA A SI MISMA

La política se volvió eco. Habla y se escucha a sí misma. Rebota en sus propias paredes, se contesta sola, se aplaude en loop. Ya no interrumpe el murmullo de la calle. La política, esa herramienta que alguna vez sirvió para cambiar realidades, hoy parece una ceremonia de pocos, transmitida en HD, pero desconectada del ruido real de la vida.

Mientras tanto, abajo, en el mundo real, todos respiran incertidumbre. Todos, menos los políticos.

La política, en Argentina, parece haberse subido a un drone. Desde allá arriba, sobrevuela a la sociedad. La observa, a veces la señala, pero ya no la escucha. Habla sola, en su propio idioma, con sus propios códigos, como si la urgencia no fuera el precio del pan sino la interna del bloque. Como si lo importante no fuera el futuro sino el próximo tuit.

Los dirigentes caminan por los sets de televisión, reparten culpas, se indignan con entusiasmo estudiado. Pero no pisan el barro. Hace tiempo que no pisan el barro.

Porque el barro es la fila del hospital a las 5 de la mañana. Es el crédito rechazado. Es la merienda que se saltea. Es el mensaje que llega con la notificación de un nuevo aumento. Barro es vivir esperando un anuncio que no llega. Y cuando llega, no sirve.

Mientras tanto, los discursos políticos se llenan de frases vacías. Hacen equilibrio entre eufemismos y slogans. Todo lo que no quieren decir, lo esconden detrás de una palabra técnica. Todo lo que no pueden resolver, lo maquillan de batalla cultural. Y así, la política se convierte en un espectáculo para convencidos. En una obra sin público.

Pero la gente no es indiferente por ignorancia. Es indiferente por cansancio. No es que no le interese la política. Es que ya no le cree. Y cuando una sociedad deja de creer en quienes la representan, no es la sociedad la que está fallando. Es la política la que está en crisis.

La desconexión no es nueva. Pero hoy se siente más honda, más cruda, más definitiva. Porque ya no se trata solo de promesas incumplidas. Se trata de una dirigencia que gira en loop sobre sí misma, como si gobernar fuera resistir el archivo y no transformar la realidad.

Es tiempo de bajarse del drone. De volver a caminar sin cámaras, sin punteros, sin filtros. De mirar a los ojos a quien perdió la fe y, en lugar de pedirle que vuelva, preguntarle por qué se fue.

Tal vez ahí empiece a recomponerse algo. Tal vez ahí, cuando la política deje de hablar sola, empiece a decir algo que valga la pena escuchar.

2 comentarios en “LA POLITICA SE HABLA A SI MISMA”

  1. Georgina schusterman

    Hace años que los politicos se olvidan de la gente a la que representan. La política pasó de ser la mejor manera de cambiar la realidad en DEMOCRACIA …. a ser el ARTE de hablar… hablar… y no DECIR NI HACER NADA. !!

  2. Eugenia Mabel Woods

    Excelente totalmente de acuerdo. Soy de las que descreo desde el 2001, punto de inflexión donde gran parte de la población, fue abruptamente maniatada, exprimida de sus pertenencias (depósitos), Pero lo peor fue el aniquilamiento de una realidad que sostuviera sueños, acciones y crecimiento de la sociedad; en contraposición de UNA CLASE POLÍTICA con abusos de poder, autoridad y justicia.

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